Era una casa en la que, para entrar, tenías que saber silbar en francés. Una casa en la que tenías que saber lavarte los dientes y freír tomates a la vez, en la que tu espacio vital es compartido, pues no hay puertas ni portazos ni cerraduras ni ley. © This space belongs to Marta Cazorla Soult.
|
authorMy name is Marta and I take pictures. This is a space to share them and tell the story they show. Enjoy. |